En el punto más elevado y llano del núcleo habitado, ocupando una posición privilegiada en la tortuosa orografía del emplazamiento, se situaba la iglesia. Su localización, en la parte más alta de la plataforma, no fue en absoluto casual, puesto que se buscó expresamente una posición elevada respecto al poblado. Este espacio simboliza el poder religioso y, por ende, representa a otro estamento privilegiado: la Iglesia católica. El actual templo fue construido a principios del siglo XIII bajo criterios estilísticos propios del “románico”, aunque debió existir uno anterior desde el siglo XI. Este espacio concentraba, no solo la función religiosa y funeraria del lugar sino, también la vida pública y comercial, albergando la plaza y mercado de la ciudad. Y creemos no equivocarnos mucho al presumir que fue también el lugar habitual donde se reunía el concejo de Portilla, sobre el espacio simbólico del cementerio y a las puertas del templo.
El castillo
El poblado
Extramuros